Solamente en España, cada año se consumen alrededor de 44.000 millones de latas. Y no es de extrañar que este número vaya aumentando con el paso del tiempo pues son resistentes, ligeras, ocupan poco espacio y se manejan con facilidad. La cuestión que ahora ocupa es: ¿pueden reciclarse las latas de refrescos?
Continúa leyendo este artículo para conocer las claves sobre este tema.
El aluminio de las latas de refrescos es valioso
Para reciclar un envase primero es necesario conocer cuál es su composición. Las latas de refrescos, cervezas y otros líquidos están hechas con aluminio. Y, si bien es cierto que muchos coleccionan las anillas, la realidad es que tiene la composición de estas es igual que la del resto de la lata. Por lo tanto, no tienen un valor diferente.
Como media, se calcula que cada lata pesa cerca de 15 gramos. Así que para conseguir un kilogramo de aluminio se necesitan por lo menos 67 latas.
¿Vale la pena su reciclaje? ¡Por supuesto que sí! Por cada tonelada de aluminio usado que reciclamos, ahorramos 1.500 kilos de mineral de hierro y unos 500 kilos de carbón. El 100% del material es aprovechable y, además, el aluminio puede reciclarse infinitamente sin disminuir su calidad.
Además, al producir aluminio a partir de chatarra ahorramos el 95% de la energía que se necesitaría para producirlo a partir del mineral primario, la bauxita.
Ahora bien, al reciclarlas debemos asegurarnos de que están totalmente limpias y libres de residuos.
¿Qué proceso siguen las latas de refrescos tras su reciclaje? Una vez seleccionado, limpiado y prensado, se funde y con él se fabrican nuevos lingotes que se utilizan para múltiples aplicaciones.
No hay que olvidar que el aluminio es el segundo metal más empleado del mundo y su demanda no deja de crecer.
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