Tanto en política como en psicología se utiliza esta máxima como estrategia para conseguir una victoria. La idea que transmite es que, al romper en piezas más pequeñas una concentración grande, resulta más fácil vencer al conjunto gastando menor energía.

En Recuperaciones Carrillo ya sabes que no nos dedicamos ni a la política ni a la psicología, pero a veces nos encontramos ante una situación que recuerda este principio: a la hora de vender residuos metálicos de aparatos mixtos (por ejemplo, los electrodomésticos): ¿dividir es vencer, o no hay diferencia?

Al vender chatarra: ¿es mejor vender la pieza al completo o desguazarla?

La respuesta no es sencilla: depende del caso. Te explicamos…

Pensando desde el punto de vista económico, en la mayoría de las ocasiones para el vendedor de residuos metálicos lo más favorable es desguazar el aparato, y obtener así el precio más ventajoso de cada parte y tipo de metal incluido en el equipo.

Cuando se vende un objeto al completo (por ejemplo, una lavadora, una nevera, una cocina…), se hace una valoración media porque en el peso total vienen a la par chatarra útil, residuos aprovechables para el reciclaje, junto con partes que se van a desechar porque no tienen valor reciclable (plásticos, rellenos…), y por tanto no generan ningún rendimiento. También ocurrirá que habrá piezas que incluyan metales de valor diferente como hierro y cobre (por ejemplo, los motores contienen hilo de cobre, que está mejor valorado que el hierro).

Lo que hacemos las empresas de recuperación de residuos es dar un valor general al aparato, pero no será tan alto como si traes cada material por separado, porque además tenemos que invertir nuestro tiempo en realizar la separación para que se pueda reciclar cada metal por su parte.
Es por eso que las personas que se dedican profesionalmente a la recogida de residuos metálicos y las empresas que rentabilizan de forma sistemática los residuos metálicos que generan, han aprendido a separar correctamente cada parte, y así sacarle el máximo beneficio.
Por eso, la primera respuesta que daríamos a la pregunta planteada es: mejor desguazar el aparato para venderlo, vender los metales por separado y llevar a la empresa de recuperación únicamente lo valioso.

Pero…

Es necesario matizar esta cuestión: hay que tener presente si el usuario sabe qué está haciendo. Por ejemplo, al desmontar el compresor de un frigorífico y sus tubos de cobre, se libera un gas que puede dar origen a un accidente si no se hace correctamente (en un lugar mal ventilado, si se está fumando cerca, etc.). Además, no siempre se tienen a mano las herramientas necesarias para realizar la tarea.

Claro, si eres una persona que va a vender un aparato de forma puntual, es muy probable que no tengas ni las herramientas ni los conocimientos adecuados para realizar el trabajo correctamente y con absoluta seguridad. En tu caso, nuestra recomendación es que vendas el aparato o el electrodoméstico al completo. Está claro que unos euros de diferencia no valen tanto.

Si deseas sacar rédito económico de los residuos metálicos de tu empresa, no dudes en contactar con nosotros.

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