La industria automotriz tiene un impacto significativo en la economía global, pero también enfrenta desafíos relacionados con la sostenibilidad y la gestión de residuos. Uno de los aspectos clave para el aprovechamiento es vender chatarra de vehículos.
Se trata de un recurso que, lejos de ser basura, es fundamental para fomentar el reciclaje y reducir el impacto ambiental.
Chatarra de vehículos procedentes de la fabricación
En el primer paso de fabricación de un vehículo, se generan desperdicios de cualquiera de las partes metálicas al darles forma o mecanizarlas. Todas esas pequeñas piezas y sobrantes que se consideran chatarra de vehículos, son perfectamente reutilizables.
Vehículos que han llegado su final de vida
Cuando los vehículos llegan al final de su vida útil, se convierten en un vehículo fuera de uso (VFU). Si estos vehículos no se gestionan correctamente, pueden generar grandes cantidades de residuos, representando un riesgo para el medio ambiente debido a materiales tóxicos y no biodegradables.
La chatarra resultante de estos vehículos tiene un valor significativo porque está compuesta en su mayoría por materiales reciclables, como acero, aluminio o cobre. Estos materiales se pueden recuperar y reutilizarse, creando un ciclo de reciclaje que beneficie a diversas industrias y al medio ambiente.
Proceso de reciclaje de vehículos
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