Por su polivalencia, el aluminio es uno de los metales más utilizados en la industria, superado únicamente por el hierro y el acero.
Se utiliza en la fabricación de espejos (domésticos e industriales), en el papel de aluminio, y en fabricación de latas y tetrabriks. También es un metal conductor, así que se utiliza en determinadas circunstancias como sustituto del cobre en instalaciones eléctricas.
Pero quizá el sector que más partido le saca al aluminio es la construcción: para creación de estructuras y cerramientos, contenedores, estructuras metálicas, puertas, ventanas, mamparas, etc.
Todos estos usos generan residuos que compramos para desecharlos convenientemente. Así mismo, en el desguace de estructuras construidas con aluminio, se generan residuos metálicos de aluminio que pueden rentabilizarse.